La máxima temperatura de ayer, domingo, en el observatorio de Valencia fue de 39ºC a las 16:50, a esa hora llegó la brisa de mar al centro de la ciudad y la temperatura descendió drásticamente 10 ºC en tan solo una hora y la humedad relativa subió hasta casi el 60 %.
En condiciones normales, el confort térmico de la orilla del mar es muy superior al del centro de grandes ciudades como Valencia, donde las brisas quedan más inhibidas, además del propio calor que emite la estructura urbana, pero aún así, también en condiciones normales los días de verano el aire marítimo invade el centro de las ciudades y hace el ambiente más fresco.
¿A qué se deben los bruscos cambios de temperatura que trae consigo la brisa marina?
Hay una situación muy conocida entre los valencianos que es el viento de poniente. Estas rachas de viento no son muy frecuentes, pero casi todos los veranos se produce alguna. "En estas situaciones, el aire de poniente recorre toda la Península y se va recalentando a su paso por la Meseta, en su recorrido final, se calienta por compresión en su descenso desde la Meseta hasta el nivel del mar unos 10ºC, de forma que en Albacete, Cuenca o Madrid puede haber 30 o 32ºC y en zonas bajas de la provincia de Valencia 40 o más", cuenta a 20minutos Jose Angel Núñez, portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) en Valencia.
"En estos días se produce una 'pugna' entre el viento seco y muy cálido de poniente que entra por el oeste y el fresco marítimo por el este y en unos pocos kilómetros puede haber localidades en la burbuja de aire seco y otras vecinas en la de aire húmedo y fresco, con lo que la diferencia de temperatura en unos casos puede ser de 10ºC en unos pocos kilómetros", señala Núñez.
Las masas de aire son móviles y la brisa suele ir avanzando lentamente, "cuando llega la brisa a una ciudad, el descenso de temperatura es muy brusco. Mañana en la playa puede haber 28 o 29ºC, y en el aeropuerto de Valencia 39".
En verano, la superficie del mar está mucho más fría que sobre la tierra y el aire tiende a adquirir la temperatura sobre la superficie subyacente cuando no hay mucho viento y hay estabilidad. "Los movimientos de masas de aire desde el mar penetrando hacia la costa provocan esos bruscos cambios de temperatura", concluye el meteorólogo.
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